El museo abierto más grande del mundo queda en Sur África en la provincia del Cabo Occidental, cerca de un sitio que se llama Clanswilliam. Es la tierra de los San, antiguos habitantes de la planicie africana. Es tierra rojiza, árida, montañosa, dramática en su presentación y sus formas. Las llanuras se combinan con las rocas que saltan de la tierra como monstruos silenciosos.. En la noche todos los sonidos parecen ser el mismo misterio. El museo abierto más grande del mundo es un lugar donde los SAN pintaron toda una serie de imágenes a lo largo de 8000 años. Pintura rupestre repartida en mas de 6000 hectares de terreno.
He aquí unas breves notas de campo:
"ocre, rojo, marrón, arena, blanco: colores básicos y complejos, sensaciones cromáticas que describen toda una historia oral y pictórica. ¿Quienes eran los SAN? ¿Que hacían en la noches para querer pintar? ¿Que anima los movía? ¿Que alimento significa el arte en los seres? Las piedras hablan por si solas. Tienen energía. Yo que nunca he creído admitir (por miedo o incredulidad) ese tipo de cosas, admito la energía de lo que viví: cuerpos, danzas, cacerías, ritos y costumbres, comunicados en piedras fabulosos en un museo a aire abierto, entretejidos por una cierta sacrilidad extinguida (todos los SAN fueron muertos por los colonos blancos), con un aire de tristeza. La danza (aquello mágico que me persigue en todos mis viajes) es representada por muchos hombres juntos pintados en rojo , unidos por líneas rojizas y amarillas, interconectados como una cadena de danzarines, unidos por una euforia común: ¿Celebran la cacería, un matrimonio o la bondad (el frío) de la noche? Sensaciones múltiples de desesperación, somos testigos de la belleza de lo que puede crear el ser humano, y la vez como otros pueden destruir toda una mitología milenaria (celebramos el arte - luto produce el silencio de las cuevas). Buscamos explicaciones que solo se encuentran con el silencio, como los amantes que se separan sin saber porque. El arte respira la nostalgia de "ser descubierto" y estudiada por los mismos descendientes de los blancos que mataron a los SAN.”
He aquí unas breves notas de campo:
"ocre, rojo, marrón, arena, blanco: colores básicos y complejos, sensaciones cromáticas que describen toda una historia oral y pictórica. ¿Quienes eran los SAN? ¿Que hacían en la noches para querer pintar? ¿Que anima los movía? ¿Que alimento significa el arte en los seres? Las piedras hablan por si solas. Tienen energía. Yo que nunca he creído admitir (por miedo o incredulidad) ese tipo de cosas, admito la energía de lo que viví: cuerpos, danzas, cacerías, ritos y costumbres, comunicados en piedras fabulosos en un museo a aire abierto, entretejidos por una cierta sacrilidad extinguida (todos los SAN fueron muertos por los colonos blancos), con un aire de tristeza. La danza (aquello mágico que me persigue en todos mis viajes) es representada por muchos hombres juntos pintados en rojo , unidos por líneas rojizas y amarillas, interconectados como una cadena de danzarines, unidos por una euforia común: ¿Celebran la cacería, un matrimonio o la bondad (el frío) de la noche? Sensaciones múltiples de desesperación, somos testigos de la belleza de lo que puede crear el ser humano, y la vez como otros pueden destruir toda una mitología milenaria (celebramos el arte - luto produce el silencio de las cuevas). Buscamos explicaciones que solo se encuentran con el silencio, como los amantes que se separan sin saber porque. El arte respira la nostalgia de "ser descubierto" y estudiada por los mismos descendientes de los blancos que mataron a los SAN.”
La pintura en este caso es una forma literatura, son imágenes que comulgan con las grandes literaturas del mundo, son testimonios de vida, de aprendizaje, de un animismo vivido (y no fabricado en un cuarto con aire acondicionado en algún lugar del mundo "moderno"), en un ecología infeliz (faltan las personas, sus voces quizas), pero que en su momento era una gran galería de arte, de humildes templos de sabiduría, de convivencia con lo vivido. A lo lejos, una aparición. Una gacela nos mira como midiendo la distancia del peligro. A la derecha en el fondo cebras en movimiento abrazan el atardecer confundiendo los rojos con blancos y negros. Somos afortunados hijos ese día de todos los colores de la naturaleza."
ggm/ 2002